Arturo Infante

Ingeniero con un doctorado en Ingeniería de Stanford (1967) y una Maestría de Penn State (1964). Fue rector de la Universidad de los Andes entre 1985 y 1995, y ocupó diversos cargos como vicerrector, decano de Administración y jefe de Ingeniería Industrial. Durante su rectoría, impulsó la transformación de la universidad mediante el desarrollo de programas de doctorado y la integración de Internet en la academia.

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Contextos (8) Infraestructura y tecnología para la conexión (2) Instituciones, instancia e internet (privadas y estatales) (1) Formación, experiencias (1) Alfabetización digital (1)
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Entrevista: lunes, 20 de mayo de 2024

1. La rectoría: transformación de la Universidad

Arturo Infante [00:01:07] Yo creo que la Universidad de los Andes ha sido una entidad bastante significativa e importante. De la época que yo estuve aquí metido, era un tema muy, muy cotidiano. La facultad más grande e importante era ingeniería, no había ninguna cercana a ingeniería. Y sin embargo toda la parte cultural, literatura, todo eso, estaba ahí en primera línea. Había toda una cantidad de personajes como estaba ahí recordando y mencionando.

Laura Manrique [00:02:11] Estamos muy contentos de poder hablar con usted porque sabemos que es una persona central en esta historia del nacimiento del internet de Colombia. Nos gustaría que comenzáramos a hablar un poco de su rectoría.

Arturo Infante [00:06:15] Me encanta que ustedes estén en eso y lo que yo pueda colaborar lo hago con muchísimo gusto. Por qué, de mi parte digo eso?. Aquí en la universidad ha habido en los últimos años, y más o menos sé por qué pasó eso, como un olvido Institucional de lo que ocurrió antes de la rectoría de Homes, que la rectoría de Homes fue complicada. Todo ha quedado muy referido a la rectoría de Angulo, a la rectoría de Navas, un pedacito de allá de Gaviria. Y eso a mí me ha molestado mucho, porque yo fui rector diez años. Primera persona que estuvo un periodo largo en la universidad fui yo y me nombraron rector, entre otras curiosidades, creo que por eso, porque antes duraban por ahí dos años, o un año. Y en algún momento yo había sido decano de administración, vicerrector, antes había sido profesor, había hecho el programa de alta gerencia…tenía un recorrido en la universidad. Me había salido del Estado, de Planeación Nacional. Mario Laserna, que tuvo mucho que ver con que fuera rector de la universidad, se dio cuenta de que yo era una persona que era muy creíble que me quedara por un tiempo muy largo en la universidad. Yo no tenía aspiración de ser presidente de la República, que era todo lo que tenían los anteriores rectores, ni siquiera ministro, porque algunos llegaban de haberlo sido. Tal vez pensando en Alberto Lleras o algo así. Yo creo que esa esa década en que yo fui rector, año 85 al 95, incluso más, lo incluyo muy de verdad, los dos años anteriores en que Rafael Rivas fue rector. Yo fui vicerrector de Rafael, y trabajamos muy bien con todo el equipo que se armó o se empezó a armar desde Rafael.

[00:09:03] Entonces son 12 años realmente de transformación fundamental de la universidad. Ahí lo que pasó, casi sin darnos cuenta…y la Informática, internet y todo [ese desarrollo] tuvo que ver mucho con eso, fue que transformamos la universidad de un Junior College avanzadito… una universidad de pregrado con unos pocos magísteres, alguna investigación… pero no más. Y se transformó en una universidad de verdad, que es lo que es obvio… con todos los programas doctorales y toda esa cosa. En todo ese proceso de olvido, yo no dije nada durante mucho tiempo. Primero, la Historia de la universidad que fue la que se escribió, [hace unos años] es una historia muy pobre. En esa historia [al autor] se le olvidó o no lo abordó esto que estoy mencionando, y de lo cual intervinimos un montón de personas, incluyendo de manera muy decisiva, el Consejo Directivo de la Universidad y las personas que estaban ahí, que eran realmente figuras políticas y empresariales de primera línea de Colombia, ellos intervinieron mucho.

Yo estuve fuera del país un montón de años en las embajadas y toda esa cosa, y luego me dediqué al tema de la agroindustria, metido allá con la palma, y toda esa cosa, en Malasia, Indonesia … y la universidad la seguía, pero no tanto. De golpe, empecé otra vez a meterme más, y ya recientemente me di cuenta, cuando hicieron la historia de la universidad, que es la historia de Laserna, yo diría la apología de Laserna... te voy a decir cosas que ustedes verán como las ponen…. porque es que a mí me parece que la universidad tiene una debilidad terrible, es fortaleza pero es debilidad, es referir la Universidad a Mario Laserna únicamente. Es muchísimo más que Mario Laserna. Fui muy cercano a él, y después tuvimos un conflicto muy fuerte, motivo por el cual, ese paso mío por la universidad quedó olvidado, y no quedó referido. La única cosa es esta gran foto mía [en la sala] de los rectores. Entonces vino, el libro de Laserna, y a mí me entrevistaron, hablamos muchas veces con el historiador [que lo escribió]. Ese es un libro de 700 o 800 páginas, y la referencia a estos 12 años, a los diez míos y a los dos de Rafael, es un párrafo así de grande [gesto de mano que indica una cantidad muy pequeña]. A mí eso me molestó muchísimo y siempre me ha molestado.

[00:13:26] Una vez tuve un episodio que ocurrió, y lo tienen escondido acá, y es que cuando Mario regresa de la embajada en Viena, por allá en el año 92, se mete en la política. El siempre, yo creo que tuvo la aspiración de ser presidente de la República. Pero es tan súper oligarca que políticamente no encontraba un espacio político para llegar a ser presidente. Entonces se metió con el M-19 en el 92, con Petro, y logró que lo nombraran senador por el M-19 [aquel año]. Ahí estuvo haciendo discursos y cosas para arriba y por abajo, por todas partes. Estamos en pleno tema del internet y todo eso de los programas doctorales que fue mi contribución importante, porque no es el programa de doctorado, sino el que está detrás de todo eso que fue la transformación de la universidad, no solo la nuestra, sino de toda la colombiana y latinoamericana.

Seguíamos siendo amigos con Mario, y aparece el tema fuertemente ambiental y toda la cosa, y él se metió en eso, y yo iba traía unos científicos rarísimos… Nos pasábamos un fin de semana en la finca de él, hablando con los científicos. Mi interés no era tanto el tema ambiental, era el desarrollo de las universidades, de los programas doctorales y todo el proceso de acreditación internacional de las universidades colombianas. Es decir, la evolución de las universidades colombianas, porque estaban encerradas y, todas, convencidas de que eran la última maravilla del mundo. Aquí en la Universidad de los Andes, los profesores, todo el mundo, todos educados en el exterior. Yo fui la primera persona que llegó aquí a la Universidad de los Andes con un doctorado en ingeniería de Stanford University. En ese momento, esta universidad, había tenido una evolución fantástica y había transformado y modernizado todo el tema de ingeniería industrial y Ingeniería de Sistemas. A mí me tocó esa transformación y estudiar con las personas que estaban haciendo eso. Mantuve una relación bastante cercana con Stanford University, a lo cual me voy a referir, porque tiene que ver mucho con todo esto.
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2. Comienzos de la organización: decanatura de Administración a Vicerrector

[00:16:31] Aquí le paraban bolas a todas esas cosas nuevas, pero en el fondo [la actitud era] nosotros ya fuimos, estudiamos y sabemos todo, no necesitamos que nos vengan a evaluar o a mirar. Sin embargo, los que sí, y eso lo enfatizo mucho, los que sí estaban convencidos de apoyar eran los del Consejo Directivo, como dicen, los grandes cacaos que en ese momento estaban ahí. En todo ese proceso, me vuelvo un poquito atrás, cuando venía el tema de los programas doctorales y pues yo era el líder porque fui el primero que llegó con un doctorado.

Entonces, en la primera etapa que estuve en la universidad, lo que hicimos fue consolidar los programas de ingeniería y particularmente de industrial y temas administrativos porque todavía no existía la facultad. Armamos un magíster en Ingeniería Industrial y empezamos a meter todos las cursos y las tecnologías, todo lo nuevo que traía. Poco tiempo después empezaron a llegar otras personas con doctorados también. Entonces armamos un equipo. Luego me retiré de la universidad, me fui para Planeación Nacional y allá duré un poco de años, después estuve con el sector petrolero y entonces volví a la universidad. Cuando [regresé], la Facultad de Administración tenía muchos problemas. Era una pelotera terrible entre el decano y los vicedecanos y profesores, y todo estaba casi desintegrándose. Eso es en el año 80. Un día me invitó a almorzar Manuel Rodríguez y me dijo:” Arturo, vengo a que almorcemos y a traerte un mensaje del Consejo Directivo de la Universidad. Tenemos un problema tremendo en la Facultad de Administración. Es una pelotera terrible. Todos consideran que tú eres la persona que puede ayudar a arreglar esa situación, porque tienes la experiencia y formación académica y luego tu desarrollo en planeación y en la industria”. Entonces me dijo: “el Consejo me autorizó para ofrecerte la decanatura de la Facultad de Administración de medio tiempo”. Me cogió en un momento en que estaba llevado psicológicamente down, pero le dije, “sabes qué Manuel, acepto”. Llegué a la facultad, donde había pelotera terrible, pero los conocía a todos, y logramos arreglar. Ahí vino mi estadía realmente larga de la universidad, que fueron ahí 15 años, incluyendo la rectoría.

[00:20:24] Pero en esa vuelta, ahí el énfasis en el tema doctoral ya era mucho más grande, y con esto del internet detrás. Organicé la parte de administración y quedó. Rafael me ofreció la Vicerrectoría. Una de las cosas que había hecho a lo largo de los años era como funcionario y en algunas ocasiones como consultor de la universidad, era salvar a la universidad de la quiebra más terrible. Andaba con unos problemas terribles, lo [analicé] y la persona clave en eso era el señor Cendales, que era el contador jefe de la universidad, un personaje extraordinario. El me buscaba, y me decía, “doctor Infante Dónde está el desastre?... vienen estas y yo les he dicho allá en el consejo, pero no me paran bolas, la universidad se va a quedar [sin liquidez]”. Uno de los temas de por qué se quebró la universidad es que, desde la Fundación, uno de los puntos centrales de los mitos de la universidad era que el costo de la matrícula estaba referido a la declaración de renta del estudiante. A veces también el Consejo, por dárselas de muy incluyente de todos, no aumentaba la matrícula o la aumentada por debajo de la inflación. Estas eran las proyecciones que hacía Cendales.

Era un desastre todo esto, la universidad no aguantaba y no había donaciones ni nada. Empezamos a descubrir que los más ricos usaban todas las estratagemas para pagar la matrícula mínima. Entonces, desde cuando estaba Rafael y yo como rector, desarrollamos con Iván Trujillo un sistema realmente de Gestapo, con detectives y con informantes, una red para coger infraganti a los ricos, porque eran descarados. Llegaban en carros deportivos, en Alfa Romeo descapotables y tal, pero pagaban la matrícula mínima. Uno de los esquemas era que alquilaban un apartamento, una casita o algo por allá en el sur, esa la ponía como que era el alcance, y entonces, claro, matrícula mínima. En el Consejo yo les planteé muchísimo eso, que había que cambiarlo, poner una matrícula, digamos parcialmente por declaración de renta. Pero una parte importante era una matrícula fija. Después con todos los estudios, nunca lo quisieron hacer, aunque sí le concedieron eso instantáneamente a Homes cuando llegó, puso la matrícula máxima para todos.

[00:24:29] Entonces, en todo ese proceso, miramos los programas doctorales y conversando, hicimos una cercanía muy grande con el Instituto Tecnológico de Monterrey (TEC) y con la Universidad Católica de Chile. La Universidad Católica era y sigue siendo la mejor universidad de América Latina. Empezamos a mirar todo esto, y como hacemos todo esto. Pensamos en algún momento que para que los programas doctorales tengan aceptación internacional, y los doctores que salen puedan publicar, y que también puedan trabajar en todas partes, que eso requiere una acreditación. No es que nosotros digamos que somos la última maravilla y el programa es la última maravilla, sino alguien externo tiene que mirar y verificar.

3. Proceso de la primera acreditación

El tema acreditación no existía, eso era como medio impensable porque era entrometerse en la autonomía universitaria, mal entendida en ese sentido. Empezamos a mirar las tres universidades, después se unió la Universidad de Campinas, y llegamos a la conclusión de hacer una organización de acreditación latinoamericana, pero muy apoyados en la experiencia del Instituto Tecnológico de Monterrey (TEC). Ahora me refiero a la historia del Tecnológico de Monterrey, que es importantísima en todos estos temas. Llegamos a la conclusión de que nos tocaba acreditar la entidad acreditadora, y que nos tocaba arrancar acreditando las universidades y buscando las entidades acreditadoras, que no había tantas en ese momento en el mundo, para que miraran nuestras universidades y las acreditara, [igual] los programas, todo. Y después con eso podíamos ir acreditan do nuestros programas de posgrados, magister, los doctorados que fuéramos a hacer. Pero tenía que ser referido a algo internacional, particularmente Estados Unidos y Europa, que era donde se iba a mover todo. Empezamos a buscar. Personalmente me iba a mirar en Estados Unidos, ¿en dónde diablos había entidades acreditadoras?... llegaba por allá y me trataban como a un gusano… esa era la maravillosa Universidad de los Andes ante la realidad de las acreditadoras… los profesores sí [eran bien tratados], porque eran egresados. Y bueno, finalmente logré identificar una entidad acreditadora para la Facultad de Ingeniería, nuestra rimbombante Facultad de Ingeniería. Convencer a los profesores no fue tan fácil, pero lo que yo pensé que iba a ser más difícil, que era el Consejo Directivo, no lo fue.

Entonces, listo, y vino algo muy interesante…Esto pasó en el año 92. Yo entré en el 85, tenía siete años en la rectoría. Conseguimos que vinieran no a iniciar un proceso de evaluación de la Facultad de Ingeniería, sino a mirarla universidad en general. Mandaron un grupo de cuatro o cinco personas.. Es decir, no era ingeniería, pero [tampoco] es acreditación. Arrancaron con mirar la institución donde está e inserta la facultad que vamos a evaluar, porque esto es parte de un todo: “Vamos a dar una mirada preliminar a todo y les damos un informe”. Estuvieron una semana o diez días, y luego vino el informe preliminar al Consejo Directivo. Pero [dijeron] “mire, ustedes están lejos, lejos, muy lejos de que nosotros podamos estructurar una mención o iniciar un proceso de acreditación de ingeniería. Lejos. Y estas son las razones…. Pensé “me botaron de rector ya en tres segundos… y vi las caras largas de personajes como Darío Vallejo, murió hace un tiempo, [una persona] muy importante, pero fue duro. Entonces, todos con la cara larga, que vaina, hagámosle y arrancamos el proceso de acreditación siguiendo todo eso [las indicaciones], y después se corrigieron muchos [problemas]. Eso tenía que ver con el con el funcionamiento del Consejo, los funcionamientos del proceso decisorio, la participación de los estudiantes, de los profesores…cómo estaba todo armado.

[00:30:20] Aprendimos muchísimo y cambiamos eso. Y al mismo tiempo estaba en desarrollo la Ley 30 de la nueva Constitución y en eso intervinimos muchísimo directamente. Quien estuvo al frente de esa intervención fue Luis Enrique Orozco, era uno de los dos vicerrectores, tipo formidable y uno de los personajes importantes aquí de la Universidad de los Andes. Luis Enrique estuvo en eso, pues sin esa ley 30, no habría autonomía universitaria.

4. Primeros doctorados

Hubo un montón de transformaciones de cosas que empezaron unos a incidir en las otras, en la otra, en la otra, y así, en transformar la universidad, en modificarla en su funcionamiento, en sus referentes. Y no era porque fuera el referente personal, que era lo que pasaba antes: yo había hecho un doctorado en el MIT, entonces, claro, modifico. Tengo mis relaciones con el MIT, me respetan y me invitan. Eso es una cosa. La otra es la universidad de verdad ante MIT o antes todas las universidades. Eso fue lo que cambiamos. Esa fue, digamos, la contribución más importante, porque de ahí salió otra universidad completamente distinta, que es la que hay hoy en día. Hoy en día hay más programas doctorales y magíster que programas de pregrado en la universidad. Y cómo van las cosas hacia adelante, eso va a aumentar todavía más. Y todas esas transformaciones que antes eran muy difíciles se empezaron a facilitar entonces. Pero todo eso se olvidó, eso no estuvo en ninguna parte cuando hicieron la [celebración] de Laserna el año pasado, el centenario del nacimiento y los 65 años de la universidad, que los hicieron coincidir. Eso fue una equivocación terrible de la rectoría o de quien organizó eso, porque son dos cosas distintas. Uno es 100 años de Laserna y otra cosa es la universidad.

5. Tutelas y primeros problemas con los doctorados

[00:33:26] Entonces en todo ese proceso estábamos sacando los programas doctorales y con una cantidad de historias. En un momento dado me metieron a mí a los calabozos del DAS presos, por los programas doctorales, junto con Ramón Fayad y con Mauricio Linares. Ramón era el decano de Ciencias y Mauricio era el director del programa de genética. Esa es una historia muy, muy, triste y muy bonita. Nuestro programa doctoral, el más avanzado que teníamos, era el programa de genética, el que manejaba Hoenigsberg, que era un científico, chapado a la antigua, absolutamente déspota, pero era un tirano. A los estudiantes los trataba terriblemente. Con esta estudiante, la que iba más avanzada para para sacar el primer doctorado en Colombia. Ahí ya estábamos compitiendo naturalmente con la Universidad Nacional a ver cuál era el que sacaba el primer doctorado, pero nosotros con la acreditación, ellos sin la acreditación. Esa es otra historia y que también tiene un desenlace muy interesante. Hoenigsberg se enemistó con Primavara, con su estudiante preferida, se agarraron los dos. Él le empezó a impedir a ella que pudiera entrar al laboratorio, compró algunos candados y se los puso al laboratorio. Él era el único que tenía las llaves. Nos enteramos y traje eso al Consejo Superior y al Consejo Académico, eso no lo podemos tolerar. Sacamos a Hoenigsberg, eso fue terrible, casi me matan, pero eso [la situación] es imposible [de sostener]. Dentro del proceso de acreditación, hemos de cumplir con todos: el más importante de los investigadores y el estudiante. Todo el mundo tiene unas reglas del juego que hay que cumplir.

Entonces salió Hoenigsberg de la universidad, ahí me atacaron algunos. Y entonces pasó una cosa muy curiosa, Primavara se sintió totalmente empoderada. Ahora yo soy aquí la que manda, porque Hoenigsberg casi no tenía un segundo [al mando], sólo él era el que manejaba la cosa. Ella estaba convencida que con su programa doctoral de genética iba a terminar con el cáncer.

[00:37:00] Ella supremamente pagada de sí misma, y nosotros ahí en el programa, para que lo terminara, fue cuando nombramos a Linares en reemplazo de Hoenigsberg. Linares, mucho más joven con un doctorado reciente, un tipo muy capaz. Y el jefe de él era Ramón Fayad, que había venido de la Universidad Nacional, después fue rector de la Universidad Nacional. Ramón vino acá a organizar la Facultad de Ciencias, era un científico, un tipo muy querido. Entonces ahí con ellos organizamos eso. Primavara empezó a desconocer todo y tenía un comité doctoral que tuvimos que ponerle, nadie ha tenido un comité de doctorado como este: profesor de Stanford University, un profesor de Oxford... bueno, eso costaba un mundo de plata. Había uno que era Premio Nobel. Entonces [entre ellos] miraron todo, examinaron y le dijeron a Primavara, nosotros queremos que usted haga esto y cuando termine estos informes, miramos a ver qué falta, o si con eso es suficiente para recomendar que le den el doctorado. Entonces ella en su enorme sensación de grandeza, mandó a la porra al comité de doctorado. Dijo que los tipos no tenían ni idea, porque ella lo que estaba era buscando acabar con el cáncer. Ellos le dijeron, Magnífico, pero un programa doctoral no exige que la estudiante acabe con el cáncer. Hágalo, y usted se vuelve multimillonaria y el ser más importante del mundo. Pero para efectos de lo que tenemos que hacer acá, su programa es hacer estas cosas, presentárnoslas y después sigue haciendo todo lo demás.

Entonces la que compró ahí candados fue Primavara. Cerró los laboratorios, y los demás estudiantes no podían entrar. Desconocía el comité doctoral y no volvió a venir ni nada. Entonces nosotros, con el Consejo Académico y el Consejo Superior, le suspendimos la matrícula, tenía que cumplir. Quedó suspendida la matrícula, no cancelada.

[00:40:00] Suspendida. Y eso dio origen a una tutela. Ahora, ella era la esposa del hermano de quien era uno de mis más íntimos amigos hoy, que era Víctor Buendía. Ahí se fue acabando mi rectoría. Pusieron una tutela, en la última parte me tocó a mí lo de la tutela con la juez, explicarle todo el tema de la biología molecular y toda la cosa y cuál era el tema. Finalmente ella entendió todo perfectamente, y dijo pues ustedes tienen toda la razón, vayamos a favor de la universidad. Listo, ahí terminó mi rectoría. Y al poco tiempo, Víctor se fue al Tribunal de Cundinamarca y ahí yo no sé qué cosas hizo y fallaron en contra de nosotros y con orden de captura para mí, para Fayad y para Linares. Nos metieron a los calabozos, a las celdas. Claro que eso fue una cosa de repercusión nacional, como es posible? … me acuerdo que fue a visitarme a la cárcel, Samper, que era el presidente, el ministro de Educación y todo el mundo. Ahí era rector Homes con quien había sido amigo. Después ya no nos volvimos a hablar. A duras penas fue un día ahí, pero el resto, todo el mundo del Consejo…Eso, por ejemplo, es algo que quedó olvidado. Eso fue tratado en los periódicos y todo. En El Tiempo pusimos un anuncio haciendo todo un recuento de todo lo que pasó. Después pasó a otro tribunal, y al Consejo de Estado, que dio el fallo a favor nuestro . Así que, se superó eso y quedaron los programas doctorales funcionando. Qué es lo que hay, qué es lo que están haciendo ustedes…

6. Vínculos con la informática y computación

Arturo Infante [00:43:19] Ahora me voy a referir ya al tema de internet, ya que este tema está muy relacionado con eso completamente. Lo que halonó toda esa transformación, aquí y en el mundo entero, fue esa transformación digital y esa transformación tuvo el primer producto increíble fue el internet. Y luego viene los teléfonos celulares inteligentes.

Jaime Borja [00:43:53] Este periodo que va desde los 85 hasta 1995, los diez años de su rectoría, es el periodo de compra de equipos, el Programa Hermes. Es un proceso visionario. A qué atribuye que ni Colciencias, el ICFES ni la Universidad Nacional, no lograron avanzar en el proceso. Eso es lo que nos llama poderosamente la atención.

Laura Manrique [00:44:11] En esos laboratorios, Ya habían computadores?

Arturo Infante [00:44:24] Sí. A ver, vuelvo atrás, porque esto es una historia que viene de mucho atrás. Viene de Stanford University, que estaba muy interesada en todo el tema de la Informática y en el Silicon Valley. Ellos estaban trabajando con la cantidad de ingenieros y científicos y eso a tener una gran acogida ahí en California. Esas universidades son un poco distintas a las del norte. En esa época, esto pertenecía en buena medida a la reserva militar, porque los satélites eran poquitos e inicialmente militares para poder comunicarse entre ellos. No había GPS, no había nada de eso, y ahí empezó el desarrollo de las empresas en el Silicon Valley, Stanford University tenían una cosa que no tenía ninguna otra universidad en el mundo que era una red de televisión propia. Empezaron a desarrollarse las empresas y a requerir cada vez más brain power de altísimo nivel y a darse cuenta que necesitan técnicos científicos a nivel doctoral, pero no se podrían dar el lujo de que su personal que estaban ahí, muy calificado, que se fuera dos o tres años a Stanford Universitya hacer un programa doctoral, pero si tenían que desarrollarlo. Entonces Stanford University se inventó una cosa magistral que fue el Stanford TV Network. Algunos de los salones los adaptaron para que fuera como un estudio de televisión. La clase con los estudiantes normales, profesor y todo, fueron filmadas y transmitida por televisión. Las empresas que empezaron a afiliarse con Stanford University, habilitan un salón con la ayuda de Stanford University para que pudiera recibir en vivo y en directo la señal de televisión y el estudiante estaba y participaba. Había un monitor de Stanford University que mandaban para que ayudara en ese proceso. Eso fue una revolución impresionante. Con esa revolución ya no fue solo el Silicon Valley, sino se empezó a extender a todos los Estados Unidos. Las otras universidades estaban sumamente preocupadas y no era mucho lo que podían hacer porque no tenían canal de televisión. Y fue una revolución impresionante, esa es la versión primitiva del internet de la Educación a distancia. Yo tuve que ver ya bastante con eso cuando estaba estudiando.

7. Stanford TV Network

[00:48:33] En México, un grupo de empresarios estaban aburrido de depender de la universidad pública, buenísima y todo, pero era una universidad con todos sus características y sus problemas. Entonces dijeron “vamos a crear una universidad privada, empresarial y de altísima calidad”. El sitio es en Monterrey donde va a estar. Empezaron a armarla. Y muchos de ellos [los fundadores] por la ubicación geográfica de México, ha estudiado en California, en Stanford, en Caltech, en la Universidad de California, en Berkeley. Muchos tenían relación con Stanford University y con el Stanford TV Network. Entonces se apoyaron en una gran cantidad de los cursos iniciales transmitidos por Stanford University.

El Instituto Tecnológico de Monterrey (TEC) es una universidad que nació adelante desde el principio. Y eso pues lo vivimos muy directamente con ellos, allá con el rector y con todo [el proceso]. Y de ahí fue donde salieron todas estas ideas del desarrollo de los programas doctorales [en Uniandes] y de toda esta acreditación nuestra. Ahora, si uno piensa el Stanford TV Network, es el preámbulo del internet en las universidades. Aquí hay algo de la historia nuestra. Cuando estábamos desarrollando el primer programa de doctorado aquí en La Universidad de los Andes, [nos preguntábamos] ¿sobre qué lo vamos a hacer? … había pues lo de genética, que estaba muy avanzado, pero había unos programas en ingeniería muy avanzados. La universidad durante mucho tiempo en realidad se sentía como una universidad con una facultad de ingeniería que era la pesada, la grande, la que tenía repercusión internacional. En ese momento estaba en auge el desarrollo de los nuevos materiales en ingeniería mecánica y en procesos en general en todo el ámbito de la ingeniería: fabricación de cosas nuevas, nuevos materiales, etc.

Entonces ahí yo había reactivado ya mi contacto con Stanford University y con el Stanford TV Network. Los tipos muy queridos vinieron acá y miraron el doctorado.

[00:54:38] Mira, te ayudamos. Me parece maravilloso que ustedes estén metidos en eso del programa de doctorado en serio, con ese nivel y con [el apoyo] del Tecnológico y con la Universidad Católica [de Chile]. Tenemos un problema aquí para poder hacer algo con el programa doctoral, para apoyarlo al nivel más alto, que es la diferencia horaria. Pues con Monterrey teníamos una diferencia horaria de una hora o algo así, nada, pero aquí sí era pues grande. Me dieron, “Queremos apoyarlos… por qué no ensayamos el curso más importante que tenemos en este momento y más exclusivo en Stanford University, es sobre nuevos materiales dictado por un profesor Premio Nobel. Podemos compartir ese curso con ustedes en el programa doctoral que estructuramos. Pero inicialmente lo que nos tocaría hacer es que nosotros grabamos la clase, la metemos en un avión y llega al día siguiente. E inclusive ponemos alguien de Stanford University para que los acompáñelo si quieren aquí. Y luego podemos saber cuál era la internet. En el consejo perfecto. Los profesores pusieron el grito en el cielo, y uno de los que puso el grito en el cielo fue Fajardo. Era el director de Matemáticas. Cómo es posible que nos van a degradar al punto de tener que aprender de una cinta? Pero es que lo que está detrás no es eso, estamos ensayando. Es gente que no lo dejó hacer y no lo pudimos hacer. Pero hicimos los programas.

Ahora traigo esto a cuento, porque ahí detrás de todo eso está ese interés del internet que había en Stanford University. Ellos estaban trabajando en eso, pero lo que pasa es que tenían contratos con el gobierno Y era absolutamente confidencial. Estamos hablando de los años setentas, por ahí en todo eso. Los militares necesitaban tener comunicación entre ellos, empezaron a dominar un poco más, los satélites, es que había tres o cuatro no más. Hubo centros de investigación muy importantes en California, como Jet Propulsion Laboratory, Bellman, que fue profesor en Stanford University, Stanford estaba siguiéndole la pista, pero no podía hacer nada porque eran contratos del gobierno. Hubo un momento en que se reventó eso y quedó abierta la utilización del internet. Nosotros veníamos detrás de eso, y en el proceso, allá en California naturalmente estaba Apple. Era una de las de las empresas más dinámicas, más exitosas y tenían acá una subsede en Colombia de Apple, [estamos hablando de 1983 hasta 1995] y el gerente [00:59:06] era Germán Arciniegas, sobrino de Germán Arciniegas, nuestro historiador y personaje tan famoso. Yo me hice muy amigo con Germán. En esa época yo vivía en una casa en Altos de Yerbabuena, en Chía, una casa medio rural, y Germán también en otra calle. Éramos muy amigos, muy cercanos. Otra persona que estaba relacionada con Conapo era Rosa Bernal, muy brillante Rosa. Desarrollamos una buena relación Y nos invitaban periódicamente a California a oír los desarrollos que tenían.

8. Primeras relaciones con Apple

Siendo vicerrector una vez me invitaron a Acapulco al lanzamiento del Macintosh, que era la nueva concepción de computadores. Por cierto, una ceremonia muy interesante porque tenían el vicepresidente de mercadeo, un español muy brillante y simpático, un tipo gordo. Y entonces, en la ceremonia, él se disfrazó de torero, todo apretado y tal como se veían [los toreros], Salió al ruedo, haciendo todas las cosas que hacen los toreros. Entonces que saquen el toro… lo que sacaron fue, con esas carretillas con las que entrenan los toreros, con los cachos del toro detrás y en la mitad de los cachos del toro estaba el Macintosh. Me acuerdo muchísimo, que era muy lindo el aparatico, no?. Bueno, después de eso empiezan a mostrarnos qué era lo novedoso del Macintosh. Era lo intuitivo, y eso yo no lo pude creer…cómo diablos no se les había ocurrido antes esta idea?. Me regalaron uno. Cuando llegué aquí, a la oficina, lo primero que hice fue llamar a Rafael y le dije mira, mira esta vaina es una cosa maravillosa. Déjame te muestro cómo es que funciona este Macintosh. Que voy a entender eso, pero si yo soy abogado. Qué diablos voy a entender esa vaina? … Pues hasta un abogado como tú va a entender esta máquina…camine para mi oficina. Claro, minutos después lo intuitivo, eso lo que hoy manejamos eso vino ahí con ese computador. No tenía mucha capacidad ni nada, pero toda la idea estaba ahí.

Entonces nosotros con el contacto directo con Apple, habíamos hecho ya todo para volvernos promotores de esa tecnología.

[01:03:15] El único que había era el Macintosh. Teníamos ya todo listo para llevarlo a las otras universidades y ahí empezó a salir la idea del Programa Hermes. Yo empecé a fregar, tenemos que mostrarle a todos, no es a los ingenieros, a todos, a los artistas, a todo el mundo, porque esto es una maravilla, esto es una cosa revolucionaria totalmente. Y estábamos en esas cuando en el gobierno de Belisario, contrató a un asesor en el tema informático. El asesor era Jorge Phillips, de Stanford University, hoy día sigue siendo profesor allá en Stanford, hijo de Oliverio Phillips, un personaje importante con quien tuve mucho que ver. Jorge, como asesor de Belisario, le dijo que prohibiera la importación de los computadores, porque si importábamos esos computadores íbamos a impedir que nosotros desarrolláramos nuestro propio computador en Colombia. Y quedó prohibido. Eso duró fácilmente más de medio año o algo así. Nosotros teníamos todo, hasta cuando eso se cayó de su peso. Inmediatamente entraron [computadores] y nosotros éramos desde el principio líderes. Y claro, todavía en las otras universidades, no [habían muchos]. Y ahí es donde arranca toda la historia. Mejor dicho, la historia ya había arrancado desde años atrás.

9. Creación del Programa Hermes

Y ahí, ahí aparecen nombres de personas con las cuales estuvimos metidos en eso, por ejemplo Iván Trujillo, gran tipo, gente brillante. Otra persona muy importante que empezó a aparecer desde antes fue Hernán Moreno, director del centro. Se formó en Francia, él fue el que estructuró el Centro de Cómputo, lo modernizó. Después fue Salcedo el que lo siguió, pero ya estaba estructurado por Hernán Becerra. Lo que hizo, como pasó con muchos de ellos, es que formó su propia empresa, porque era un negocio fabuloso brindarle asesoría a las empresas. Hizo eso y ganó mucha plata, como Dionisio Ibáñez, otro personaje de la misma línea.

[01:06:00] Entonces ya arrancamos en la historia con el de Programa Hermes. Este era un programa de ofrecer información y capacitación básica a cualquiera, a toda la comunidad, no solo a los de las carreras técnicas, sino a todo el mundo en esto [de la computación].

Me empezaron a atacar violentamente, los profesores [decían] que yo estaba volviendo esta universidad un instituto tecnológico, que era un desastre… que la universidad era mucho más que la tecnología y que reclamaban que pusieran a un rector humanista, no a un rector tecnócrata como era yo. Estaban en plena pelotera, [pero surgió] un personaje fabuloso, Gretel Wernher. Gretel era filósofa, humanista, poeta, de una cultura impresionante. Me dijo un día, “haber Arturo, te está atacando mucho a ti, pero en realidad están atacando una cosa que me parece absurda, [atacan] un desarrollo impresionante. Entonces en esa idea que tú tienes de que hagamos todo un programa de difusión, yo te apoyo totalmente y si me permites (porque habíamos pensado que nombre se le pone a eso) si me permites, te doy una idea de qué es lo que podemos hacer. Creo que el programa hay que llamarlo el Programa Hermes”. Algunos habían dicho que era el programa de Mercurio, pero no era Mercurio, eso es de los romanos. Esa vaina no. Es Hermes, el griego. Y ella se escribió Para la promoción y lanzamiento del programa, una pieza maestra que se perdió. El folleto promocional del Programa Hermes, fue un proyecto muy lindo y no he podido encontrar por ninguna parte. La pieza es una cosa maravillosa, Gretel escribía divino y ante su presencia, todos estos detractores tuvieron que quedar con tranquilidad y vinieron a aprender qué era lo que estaba pasando aquí. Ahí arranca todo.

Comenzó con los técnicos en el centro, y no solo el Centro de Cómputo, sino por otras partes.

[01:09:00] Por ejemplo, en antropología, el director de antropología era, Carlos Alberto Uribe, que fue otro personaje muy especial. Él era antropólogo, pero a él le gustaban muchas cosas, entonces estaba muy interesado también en toda la temática de la Informática. Y él, por su lado, tenía sus contactos, tuvimos otro punto en común con él, y es que él era buzo y yo también. Hicimos una cosa que tuvo mucha trascendencia en su momento y es que hubo la investigación de los cañones de SalMedina en Cartagena, un naufragios que no los habían investigado. A la universidad le pidieron que fuera, eso era submarino, [fuimos como buzos] y quedamos amigos de la Marina, y eso nos sirvió muchísimo, desde esa época, en el proceso del San José. Ahí hice parte del consejo en ese entonces con Mauricio Obregón. Pero, el cuento es que Carlos Uribe empezó a plantear que tenemos nosotros que meternos en el tema que está desarrollándose y que no era muy claro del internet. Y por otro lado, Iván Trujillo también estaba en eso. Carlos Uribe acababa de llegar del doctorado.

10. Final de la rectoría

Con todas estas cosas, no he llegado al punto de que en las reuniones de lanzamiento de lo de Laserna en la universidad, Raquel cometió una equivocación horrible y es que mandó hacer un vídeo sobre la historia de la universidad. En el vídeo no me incluyó a mí ni a Pablo Navas. Ella no lo había visto, pero estaba ahí cuando pasó eso. Yo me iba muriendo de la rabia. Y entonces ahí empecé a pelear... esta vaina ya no más…. Empecé a escribir cosas, y finalmente ella, en base a eso, hizo una publicación que está pues en la web de la rectoría. Si quieren pueden mirarla ahí, y aquí saque una copia de la parte pertinente de esa publicación, que está relacionado con el internet.

Arturo Infante [01:14:18] Por eso les cuento la verdad. Cómo fue todo esto? Ahora, por qué no seguí?...Porque hubo un enfrentamiento de Mario Laserna conmigo. De golpe, en el año 94, los dos éramos muy cercanos, pero él se metió en la política y fue senador por parte del M19. Le fue pésimo en el Senado y se tiró la fuerza política que tenía el M19 ahí. Cuando fueron a las elecciones siguientes, no sale nadie y mucho menos él. Ahí venía el tema del neoliberalismo que había introducido fuertemente en su gobierno Gaviria. Hubo mucha confrontación que hoy en día continúa muy fuerte con ese modelo económico al extremo, como lo llevaron. Y uno de los contradictores fuertes fue Eduardo Sarmiento, que era el decano de Economía. Eduardo tenía una columna en la República y desde ahí atacaba violentamente. De golpe un grupo de 145 economistas liderados por Ocampo, se vinieron lastra en ristre contra mí… que como era posible que [dejara hablar a ese decano en contra del gobierno]. Mandaron una carta privada, que yo pasé al consejo para que la miramos, pues cómo vamos a impedirle al decano que él haga sus planteamientos de tipo económico? …agárrense…. Hubo una respuesta a esa carta, pues de acuerdo con ser arbitral y la mandé. Pero Sarmiento, que es una persona muy irascible, mandó una carta de él. Todo esto no estaba dirigido a él, estaba dirigido a mí como rector. Esa respuesta de Sarmiento, alguien, no sé quién fue pero sospecho, la filtró a la prensa. La filtraron a Laserna, y Laserna lo que hizo fue que mandó una carta violenta contra mí, y [también] la filtraron. Apareció en la primera página del tiempo. Desde ahí quedamos mal… yo renuncié a la rectoría, pero de ahí en ese momento, de ahí adelante, se acabó la luna de miel mía con la universidad. Ahí me ostracizaron. Por ahí en esa época fue que nos conectamos con el internet.